¿Mejor aquí?
Sí. Encenderé la
grabadora. Comience cuando esté listo.
Leeré algunas
partes.
De acuerdo.
Fue una mañana
tranquila, es lo primero que puedo decirle.
Los gemelos Hamberes vestían trajes nuevos
y sencillos. Tomaban café de un termo. Señalaron el techo con el índice, y sus
padres y el hermano mayor dijeron: Sí, allá arriba. Una despedida sin lágrimas
ni dudas.